Estudios de ciencia y tecnología
Los estudios sobre
ciencia y tecnología abarcan
un campo transdisciplinar de estudios sobre los efectos culturales, éticos y
políticos del conocimiento científico y la innovación tecnológica. Colocan el énfasis en la
interpretación sobre las utilidades, apropiaciones e impactos en la vida
cotidiana de las personas, con el objetivo de romper las antiguas barreras de
investigación científico-técnica.
Tradicionalmente,
hasta el siglo XIX, la ciencia y la tecnología eran juzgados como una caja
negra y, por lo tanto, estudiadas independientemente de los factores sociales, políticos y culturales, que
actuarían como distorsionadores del saber científico-técnico. Los estudios
sobre ciencia, tecnología y sociedad reconcilian el saber formal de la ciencia
y la tecnología con su dimensión humana, considerándolos como un tejido sin
costuras.
En las regiones
de habla hispana, este tipo de inquietudes y de reflexiones han llegado con el
nombre común de estudios
de/sobre Ciencia, Tecnología, y Sociedad (abreviado CTS),
lo que en las regiones de habla inglesa se conoce como Science and
Technology Studies (Estudios
de Ciencia y Tecnología) o Science,
Technology and Society (Ciencia,
Tecnología y Sociedad), ambas con el acrónimo STS.
En las regiones de lengua hispana, la multidisciplinariedad en CTS incluye desde el
principio los ámbitos de la sociología, la filosofía, la historia y la
antropología, así como incorpora desde sus orígenes en los movimientos en defensa de los derechos humanos,
el movimiento
feminista, las corrientes medioambientalistas,
y pacifista y los primeros
grupos de LGTBQ surgidos
sobre todo tras la guerra del Vietnam. Por sus orígenes y naturaleza vemos
cierto paralelismo entre este campo y otros tipos de estudios
culturales.
Historia
Desde los
orígenes de la humanidad que el conocimiento es un tema central en la forma de vida.
Las primeras civilizaciones hicieron uso y registro de sus conocimientos por
diferentes tradiciones y mecanismos, los cuales institucionalizaron la
existencia de la ciencia y tecnología que entendemos hoy, sin que fueran
llamadas así. En las civilizaciones china y egipcia, se le
otorgó relevancia a la tecnología por sobre a la
ciencia, siendo esta una primera manifestación sistemática de las culturas materiales.
En contraste, la civilización
griega tuvo
un enorme foco en la reflexión para acercarse a la comprensión de la realidad,
estableciendo los cimientos de la filosofía y la ciencia moderna.5
Los siglos
posteriores a la caída de Roma y el auge del cristianismo (en occidente) y
el islamismo (en Oriente)
vincularon las búsquedas de la verdad a una explicación teológica y monista. No
fue hasta el Renacimiento Europeo, cuando
la Revolución científica(un periodo histórico dominado
por la reflexión de la realidad con una base experimental) sistematizó y
reinterpretó lo que se entiende como conocimiento. El surgimiento de la Royal Society en Inglaterra y de la Academia de Ciencias de Francia institucionaliza
la ciencia con fines públicos. Durante el siglo XVIII la comunidad
científica francesa le
dio prioridad al desarrollo de la ciencia, bajo la creencia de que sólo lo que
fuera conocido teóricamente sería confiable y tendría éxito.
La industrialización de la ciencia y
la tecnología pasa por tres etapas a lo largo de la historia. La primera, el
período amateur (entre los siglos XVII y XVIII, coincidiendo con la Revolución
Científica). Durante esa época los científicos no están especializados pero,
por otra parte, son autosuficientes económicamente. Aparecen las primeras
asociaciones y comunicaciones regulares entre científicos. A esta fase le sigue
un período académico (entre el siglo XVIII y la Segunda Guerra Mundial).
Emergen entonces los primeros laboratorios privados de investigación y desarrollo. Los científicos se
especializan y son subvencionados ahora por universidades pero manteniendo la
independencia de acción respecto al poder político.6
Por último, el
período profesional o tecnocientífico (que abarca desde la Segunda Guerra
Mundial hasta la actualidad, conocido como Big Science o Gran Ciencia).
Hay un aumento del coste y escala de las investigaciones, que provoca la
dependencia de científicos e investigaciones con las fuentes económicas del ejército,
los estados y las industrias. Aparecen los primeros proyectos globales de
investigación, haciéndose patentes los lazos entre conocimiento, innovación y
cultura. La promoción de la ciencia y tecnología en relación a su impacto
económico y social comienzan a orientar agendas
políticas desde
finales de la Segunda Guerra Mundial. Actualmente el desarrollo de
un país es medido sobre la base de lo que se dedica a ciencia y a tecnología,
sin embargo, invertir en esos rubros no siempre asegura el enriquecimiento ni
el progreso de un país.
Es en este
último período en el cual se segregan los estudios de CTS de otros campos, como
consecuencia de la necesidad de comprender rigurosamente las innovaciones
tecnológicas y el conocimiento científico como un elemento de la cultura
global, como un motor del desarrollo de las naciones, un agente democratizador
de los ciudadanos y sus relaciones con los avances de la humanidad en materia
tecnocientífica tras en un mundo globalizado.7
Lo anterior trae
como evidencia que las relaciones entre ciencia y tecnología a través de la
historia han tenido una compleja evolución, donde inicialmente son comprendidas
como una misma cosa; luego son consideradas como realidades independientes desde el surgimiento de las
primeras civilizaciones hasta la edad moderna; Pero paulatinamente
se van relacionando, hasta que a partir de la segunda revolución industrial, la
tecnología es una ciencia aplicada; y actualmente se habla de tecnociencia, el
cual amplia una mirada más profunda a la interacción entre ciencia y
tecnología.
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